¡ El consumismo la falsa felicidad !

Sabias que?:


Lo primero que queremos hacer para hablar de consumismo, es precisamente, definir este término, ¿qué es el consumismo?

La palabra consumismo es un término que se utiliza para describir los efectos de igualar la felicidad personal a la compra de bienes y servicios o al consumo en general, que nace del modelo político-económico capitalista. Robert Bocock, (1995) señala que, el consumo no está basado en la necesidad sino en el deseo. Este planteo se puede ejemplificar con la frase “cuanto más consumo, más feliz soy”.

El consumismo, como tal, se puede abordar de diferentes ángulos permitiendo un sin fin de posturas ideológicas que intenten su explicación. Es por esto que se hace necesario manifestar cuál será la perspectiva en que nosotros lo abordaremos.

La postura de entender el consumismo como el eslabón esencial del sistema capitalista, (que incluye en su esencia los tratados de libre comercio, la globalización y la relevancia que ejercen los medios de comunicación en este modelo), que está ideado y planificado para el enriquecimiento de grandes poderes a costa del empobrecimiento de una buena parte del orbe que suele ser la que genera la mano de obra. Este sistema, creemos, le retribuye a estos trabajadores del mundo con la fantasía de la felicidad obtenida a través del consumismo.

Se ha producido una tremenda desculturización en los países del Tercer Mundo imponiéndose las costumbres y hábitos de culturas muy ajenas a la nuestra. Llegando incluso a abrazar estereotipos que nada tienen que ver ni con nuestra idiosincracia o cultura (pretendemos ser una imitación burda de la cultura anglosajona). Por ende cuando compramos un arbolito navideño lleno de nieve, y un Santa Claus bien abrigadito para nuestro Diciembre caluroso, estamos comprando una idea que, sutilmente nos fue impuesta.

El sistema habla en nombre de todos, a todos dirige sus imperiosas órdenes de consumo, entre todos difunde la fiebre compradora. Para casi todos esta aventura comienza y termina en la pantalla del televisor. La mayoría, que se endeuda para tener cosas, termina teniendo nada más que deudas para pagar deudas que generan nuevas deudas, y acaba consumiendo fantasías que a veces materializa delinquiendo.

La publicidad en la que estamos inmersos, literalmente, tiende a asociar lo caro, con una determinada imagen, que suele a ser de exitosa, feliz, amigable y muy aceptada entre los ganadores de la vida. Para eso nos ponen personas muy destacadas en los ámbitos de interés del consumidor: el deportista más millonario, la actriz más taquillera que está usando “precisamente” los productos que la gente “tenía la necesidad” de adquirir.

Frases celebres como necesito comprar un smartfhone táctil y muy (COOL) o necesito el coche ultimo modelo eso si con estas serie de extras o necesito el Tv 3D de 42" a pero que sea de LED etc.Y has hecho realidad todos estos sueños y los peor de todo sin dinero en mano si no con prestamos o tarjetas de crédito,son actitudes que nos deberíamos parar a pensar que hemos sido atrapados por el consumismo.

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